El poder de los astilleros
El 24 de julio, el comando aeroespacial del Pacífico norte del Pentágono detectó dos cazas, uno ruso y otro chino, intentando penetrar en la zona de identificación aérea de las islas Aleutianas, un archipiélago de tres centenares de islas volcánicas que se extiende entre Alaska y la península rusa de Kamchatka. En junio de 1942, fuerzas anfibias estadounidenses recuperaron dos de ellas, Kiska y Attu, que habían ocupado durante unos meses el ejército imperial nipón, en la que ha sido hasta hoy la última batalla naval librada en su territorio por Estados Unidos, que las utilizó para bombardear Hokkaido y Honshu, las islas más grandes y pobladas de Japón. Los vientos de guerra han vuelto a soplar fuerte en la zona, con los misiles balísticos norcoreanos sobrevolando periódicamente el mar de Japón.
A las tensiones geopolíticas que ha creado la relación entre Vladimir Putin y Kim Yong Un, se suman las que genera la creciente potencia naval de China en una región –el Indo- Pacífico– en la que entre 1945 y el fin de la guerra fría reinó indiscutida la Pax Americana que imponía la US Navy.