La Defensoría del Pueblo ha sido instrumentalizada para intereses políticos
En un pronunciamiento público, emitido con motivo del 28º aniversario de la creación de la Defensoría del Pueblo (DP), un grupo de extrabajadores y miembros fundadores de la institución expresó su profunda preocupación ante la situación actual de la Defensoría, señalando que la conducción del actual Defensor del Pueblo, Josué Gutiérrez Cóndor, está «alejando a la institución de la defensa de los derechos humanos y la democracia».
Desde su creación en 1996, la Defensoría del Pueblo se ha consolidado como un organismo autónomo, fundamental para la supervisión de los derechos fundamentales y la administración estatal en el Perú. Sin embargo, los firmantes del comunicado lamentan que, bajo la gestión de Gutiérrez, la institución haya experimentado un «retroceso», con «deserciones y ataques contra la independencia que alguna vez la caracterizó». Resaltaron que la trayectoria de la DP ha sido afectada por la creciente cercanía de Gutiérrez con el poder político.
Los exfuncionarios advierten que la actual Defensoría ha sido instrumentalizada, afectando su capacidad para actuar de manera independiente y defender a las víctimas de la violencia estatal. Además, señalan que los recientes hechos ocurridos desde diciembre de 2022, como las protestas sociales y la represión estatal, han evidenciado la «imposibilidad» de la DP de cumplir con su mandato, afectando gravemente su legitimidad ante la ciudadanía.